La tasa de mortalidad y la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) ha aumentado en la última década y ya afecta a siete millones de españoles. Lo peor, que la tendencia no parece que vaya a revertirse, según alertan los expertos.

Por si fuera poco, estos pacientes se han visto todavía más vulnerables con la pandemia, en la que han llegado a alcanzar ante el virus unas tasas de contagio y mortalidad más elevadas que las del resto de población. Así lo asegura la presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), Patricia de Sequera, quien detalla que la crisis sanitaria ha acentuado y puesto de manifiesto «con especial crudeza la gravedad del problema en España y en los países avanzados».

Así, existe en la actualidad una doble preocupación entre los profesionales: la prevalencia que se mantiene ascendente y el «fuerte golpe» a los pacientes propiciado por la pandemia.

Además de resaltar el incremento en el número de casos, la SEN advierte de que las personas en tratamiento renal sustitutivo (es decir, diálisis o trasplante) en España ya superan las 1.350 personas por millón de población (pmp).

En este sentido, la incidencia sigue aumentando y se sitúa ya en 152 pmp, lo que supone que más de 7.100 pacientes iniciaron diálisis o trasplante en 2019, según datos proporcionados por la Sociedad. Asimismo, más de 64.000 españoles necesitan un tratamiento que reemplace la función de sus riñones.


Los profesionales tienen una doble preocupación con esta enfermedad hoy en día: que la prevalencia es alta y no para de crecer y lo vulnerables que deja la pandemia a los pacientes


 

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