El pasado 22 de junio contamos con la presencia de la Dña. Marcela Jabazz Churza, Doctora en Sociología y Profesora en la Universitat de València e Investigadora
El pasado 22 de junio contamos con la presencia de la Dña. Marcela Jabazz Churza, Doctora en Sociología y Profesora en la Universitat de Valencia e Investigadora. Experta en Políticas Públicas y estudios de género. A lo largo de su trayectoria ha combinado la vida académica con un compromiso social, participando en varias entidades sociales y profesionales. En su exposición trato el tema del teletrabajo y sus efectos sobre las personas en la sociedad
El teletrabajo ha permitido seguir operando y garantizar la salud y la seguridad de sus empleada/os
El teletrabajo ha permitido seguir operando y garantizar la salud y la seguridad de sus empleada/os a muchas empresas, cada organización o empresa daba instrucciones para introducir los nuevos procedimientos, aumentando la carga de trabajo por la necesidad de adaptar las propias capacidades a las herramientas virtuales, incrementando el estrés para responder en tiempo y forma a la tarea. Si además había menores en casa, se sumaba el telestudio y un mayor tiempo de convivencia en el hogar. El tiempo y atención que requieren los cuidados y que se trasladan al hogar, recaen mayoritariamente sobre las mujeres, que ceden su ya escaso tiempo propio que ahora desaparece.
Se interrumpieron las redes de apoyo, remuneradas (empleada/os de hogar, canguros) y no remuneradas (abuelo/as, amistades), con una absorción de trabajo por parte de las mujeres. Las personas mayores, si antes eran un soporte en el cuidado de sus nietos/as pasaban a ser una fuente de preocupación por el riesgo en el que les colocaba la pandemia y, en algunas ocasiones, demandaban también cuidados específicos adicionales (llevarles la compra, por ejemplo).
El teletrabajo puede empeorar las desigualdades de género previas y, si no se acuerdan unas condiciones de trabajo (formación, ergonomía, intensidad del trabajo, entre otras), puede también, precarizarlo.
Cabe ahora realizar un análisis a fondo de las ventajas y costos sociales, además de volver a la máxima de que «no existe un único y mejor modo de organización» sino que hemos de tener variadas opciones y no presentar al teletrabajo como la panacea dentro de un pensamiento único.
Al finalizar la sesión las/os profesionales de atención Social de las Entidades Alcer pudieron debatir y reflexionar sobre los cambios que han sufrido en las asociaciones, teniendo que asumir nuevas tareas, ya que las personas con enfermedad renal y edad mas avanzada no tenían medios ni conocimiento sobre nuevas tecnologías; por lo que han tenido que recurrir a la/os profesionales de las entidades ALCER para poder realizar gestiones administrativas; duplicando en ocasiones su trabajo.