El pasado 07 de septiembre se reiniciaron las sesiones online del Proyecto de Formación Continua a Trabajador@s Sociales 2021, en esta ocasión, Dña. Emma Sobremonte de Mendicuti, trabajadora social con amplia experiencia en el abordaje de problemas psicosociales que presentan las personas con enfermedades y sus familias en los servicios de salud y especialmente en el sector hospitalario y que actualmente trabaja como Profesora Universitaria en el Departamento de Trabajo Social y Sociología en la Universidad de Deusto, nos expuso los resultados principales de la investigacion Influencia de la pandemia en el Trabajo Social.
El pasado 07 de septiembre se reiniciaron las sesiones online del Proyecto de Formación Continua a Trabajador@s Sociales 2021, en esta ocasión, Dña. Emma Sobremonte de Mendicuti, trabajadora social con amplia experiencia en el abordaje de problemas psicosociales que presentan las personas con enfermedades y sus familias en los servicios de salud y especialmente en el sector hospitalario y que actualmente trabaja como Profesora Universitaria en el Departamento de Trabajo Social y Sociología en la Universidad de Deusto, nos expuso los resultados principales de la investigacion Influencia de la pandemia en el Trabajo Social.
La pandemia de coronavirus COVID-19 es la crisis de salud global que define nuestro tiempo y el mayor desafío que hemos enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial. Es una ruptura, que aparece de pronto y desquicia lo dado, suceden hechos no esperados, no imaginados, y con consecuencias no previstas. Desgarra la vida cotidiana y para much@s, no habrá forma de restituirla, después. Es un acontecimiento que nos deja ante lo incierto, ya visibilizado, un problema de gobierno, cotidianidad, sanidad, inseguridad, violencia y desigualdad.
En este contexto, l@s trabajador@s sociales se han enfrentado a la exposición máxima pero también al desgaste físico y mental. Acompañad@s pero en soledad por los interrogantes, l@s colegas y compañer@s de trabajo, que también estaban atravesado situaciones urgentes y a l@s cuales no les pudieron poner un rostro, una mirada, una sonrisa o una lágrima. Les acompañaban las telecomunicaciones, videoconferencias, muchas llamadas, mensajes y más mensajes, ¡audios!, correos electrónicos. La pandemia evidenció las desigualdades, por ejemplo la brecha digital. Nadie estaba preparad@ para trabajar en la soledad y algun@s ni siquiera tuvieron esta opción por estar en ERTE.
La pandemia de coronavirus COVID-19 es la crisis de salud global que define nuestro tiempo y el mayor desafío que hemos enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial. Es una ruptura, que aparece de pronto y desquicia lo dado, suceden hechos no esperados, no imaginados, y con consecuencias no previstas. Desgarra la vida cotidiana y para much@s, no habrá forma de restituirla, después. Es un acontecimiento que nos deja ante lo incierto, ya visibilizado, un problema de gobierno, cotidianidad, sanidad, inseguridad, violencia y desigualdad.
En este contexto, l@s trabajador@s sociales se han enfrentado a la exposición máxima pero también al desgaste físico y mental. Acompañad@s pero en soledad por los interrogantes, l@s colegas y compañer@s de trabajo, que también estaban atravesado situaciones urgentes y a l@s cuales no les pudieron poner un rostro, una mirada, una sonrisa o una lágrima. Les acompañaban las telecomunicaciones, videoconferencias, muchas llamadas, mensajes y más mensajes, ¡audios!, correos electrónicos. La pandemia evidenció las desigualdades, por ejemplo la brecha digital. Nadie estaba preparad@ para trabajar en la soledad y algun@s ni siquiera tuvieron esta opción por estar en ERTE.