El pasado 14 de diciembre se celebró de mano de la Dra. Helena García Llana que desde el año 2007 y hasta la actualidad desarrolla su labor como psicóloga investigadora en el Servicio de Nefrología de adultos del Hospital Universitario La Paz, la ultima sesión de formación dirigida a las y los nutricionistas de las Entidades ALCER

“La falta de adherencia es una de las principales causas del fracaso de los tratamientos dietéticos en las personas con enfermedad renal crónica»

¿Cuándo hablamos de adherencia nutricional? La adherencia abarca la implicación y el compromiso del paciente con su enfermedad, con su tratamiento, con las pautas de nutrición y/o ejercicio físico y con las/os profesionales sociosanitarias/os que lo rodean, y es un problema complejo en el que intervienen múltiples y diferentes factores a tener en cuenta.

Es muy importante la entrevista inicial. Es donde empieza todo, sin ella, no podemos trabajar ya que es la que nos va a permitir conocer a la persona que tenemos delante. La escucha se convierte en una herramienta esencial, que va a determinar gran parte de nuestro plan. El/la paciente debe sentirse cómoda/a para responder nuestras preguntas, expresar sus ideas, preocupaciones, creencias y sobre todo que confíe en vosotr@s como profesionales de la dietética y nutrición.

La nutrición personalizada es esto, conseguir adaptar las pautas a lo que el/la paciente necesita. Ayudarles a resolver situaciones complicadas que se irán presentando en el camino, informar y explicar todo lo que pautamos, porqué lo hacemos. Todo ello en un lenguaje claro y sencillo, no imperativo. De esa manera le daremos autonomía para gestionar cuestiones referentes a su alimentación. La autonomía y la confianza también son claves. El hecho de que el/la paciente sea capaz de decidir, evolucionar y mejorar incide directamente en la motivación que es lo que nos va a llevar a conseguir resultados.

Identificar las barreras que se oponen en la adherencia al tratamiento dietético y/o nutricional  es el primer paso para determinar qué intervenciones son las más adecuadas para mejorarla. Para lograrlo, es fundamental que exista una buena comunicación entre el/la paciente y el/la nutricionista, cuidando la empatía, las preguntas y escuchándoles.

Algunas claves para la comunicación son:

  • Establecer en cada caso la vía de comunicación más adecuada, valorando el empleo de dibujos, símbolos e incluso idiomas diferentes.
  • Animar a las/os pacientes a hacer preguntas sobre su enfermedad y sus pautas de alimentación
  • Utilizar preguntas abiertas.
  • Dar la oportunidad al paciente de implicarse en las decisiones sobre las pautas alimentarias
  • Evaluar la adherencia de forma no crítica con el/la paciente.
  • Asumir que las/os pacientes pueden tener un punto de vista diferente.
  • No hay ninguna recomendación específica que valga para todas/os las/os pacientes.
  • Revisar periódicamente con el/la paciente sus conocimientos, comprensión y preocupación sobre las pautas a seguir, ya que pueden variar con el tiempo.

Se recomienda complementar el programa nutricional con el apoyo psicológico y de otras/os profesionales (por ejemplo, trabajador /a social, terapeuta ocupacional) para promover el apoyo social a las/os pacientes a fin de alcanzar mejores resultados.​

Enhorabuena y hasta próximas ediciones​

Desde Federación Nacional Alcer queremos agradecer el esfuerzo, el interés y la participación que han mostrado las/os dietistas y nutricionistas de las Entidades ALCER en cada una de las sesiones llevadas a cabo, nuestras felicitaciones a Alberto Caverni y Almudena Pérez por la edición de contenidos y sus exposiciones,  así su trabajo como hilo conductor de este programa de formación.