Los inhibidores del sistema renina-angiotensina inducen en las células productoras de renina un fenotipo secretor que obstruye el flujo sanguíneo arteriolar.

 

Un estudio de la Universidad de Virginia demuestra que el uso continuado de inhibidores del sistema renina-angiotensina (iSRA) para tratar la hipertensión tiene efectos deletéreos sobre la circulación renal. La patología asociada surge como consecuencia de la expansión y transformación de las células productoras de renina, en las cuales el fenotipo endocrino clásico es reemplazado por otro, secretor de matriz extracelular. Esta alteración resulta en que las células rodeen la pared vascular e induzcan la acumulación de las células de músculo liso adyacente y de matriz extracelular, lo que obstruye el flujo sanguíneo, creando isquemia focal y fibrosis. La eliminación experimental de las células productoras de renina previno la hipertrofia de las arteriolas renales, lo que deja fuera de toda duda la participación de estas células en la patología vascular.

La eliminación experimental de las células productoras de renina previno la hipertrofia de las arteriolas renales, lo que deja fuera de toda duda la participación de estas células en la patología vascular

Resultados consistentes de un estudio

Así lo afirma Maria Luisa Sequeira López, directora del estudio, quien subraya la relevancia clínica de los hallazgos indicando que los iSRA son comúnmente prescritos en la insuficiencia cardíaca congestiva, la nefropatía diabética y en la prevención general de los accidentes cardiocirculatorios. El efecto deletéreo de los iSRA fue demostrable tanto en ratones hipertensos como normotensos. Los resultados son consistentes con los de un estudio previo que detectó hipertrofia arteriolar renal solamente en pacientes hipertensos tratados con iSRA.

Fuente: immedicohospitalario.com