Un estudio alerta del peligro de recetarlos a personas con alto riesgo de padecer complicaciones
Una nueva investigación ha comprobado que las prescripciones de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se redujeron en los dos años anteriores a la pandemia, pero se seguían administrando a algunas personas con alto riesgo de sufrir daños renales, por lo que sus autores alertan sobre esta situación en la revista ‘BJGP Open’.
Los médicos de cabecera, las enfermeras prescriptoras y los farmacéuticos deben ser conscientes y considerar la posibilidad de suspender (o no prescribir) los AINE en los pacientes de alto riesgo».
Niveles anormales de sales y sustancias químicas
Sin un tratamiento rápido, pueden acumularse en el organismo niveles anormales de sales y sustancias químicas y esto afecta a la capacidad de los demás órganos para funcionar correctamente. Si los riñones dejan de funcionar por completo, la persona puede necesitar diálisis o un trasplante de riñón, y la situación puede ser mortal.
Los investigadores analizaron los datos de 702.265 adultos de una gran base de datos de atención primaria de Hampshire, en Reino Unido, para investigar las prescripciones de AINE durante dos años. Sus resultados, sugieren un descenso general de las prescripciones de AINE, incluidos los que tenían un mayor riesgo de desarrollar LRA.
«La mayoría de los prescriptores conocen bien los riesgos de los AINE, en particular de inflamación y hemorragia en el tracto gastrointestinal, pero nuestro estudio revela la necesidad de prestar más atención a este riesgo de LRA –subraya–. Los médicos de cabecera, las enfermeras prescriptoras y los farmacéuticos deben ser conscientes y considerar la posibilidad de suspender (o no prescribir) los AINE en los pacientes de alto riesgo».
Fuente: granadadigital.es