La fisioterapia ha resultado ser un ámbito fundamental en el trasplante de órganos, ya sea antes, durante o después de la intervención, ya que ha supuesto un avance en el campo de la anestesia perioperatoria en pacientes que van a ser sometidos a una intervención quirúrgica agresiva, incluso en trasplante de órgano sólido, según el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla La Mancha.
Los expertos de esta entidad afirman que el abordaje preoperatorio supone una mejoría de la capacidad funcional y cognitiva que se traduce en una disminución del estrés físico y psíquico secundario a una cirugía propiciando una disminución de la morbilidad y mortalidad y una menor estancia hospitalaria. Es ahí donde la fisioterapia cobra un papel relevante dentro de estos programas de prehabilitación o rehabilitación preoperatoria.
En el caso de trasplantes de pulmón y corazón, los pacientes pueden beneficiarse de programas de rehabilitación respiratoria y cardíaca respectivamente con el objetivo de que lleguen en las mejores condiciones posibles a la intervención. Todo lo aprendido en esta primera fase previa al trasplante, le ayudará a una temprana recuperación tras la intervención, así como a minimizar las complicaciones de la misma.
La rehabilitación cardiorrespiratoria es un tratamiento que aporta al paciente una mejora en su capacidad funcional y calidad de vida, según COFICAM. Numerosos estudios han demostrado que los pacientes que llegan al momento del trasplante con mayor capacidad de ejercicio consiguen una recuperación más rápida y óptima tras la intervención. Estos programas de prehabilitación también son extrapolables a pacientes candidatos a trasplantes de otros órganos como riñón.
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