Con más de 8.000 contagios y 1.700 personas fallecidas

Los enfermos renales han sido “uno de los colectivos más afectados” después de las residencias de mayores. Y es que, según ha explicado el presidente de la Federación Nacional Alcer, Daniel Gallego, han registrado “una tasa de mortalidad y de infección muy altas” rozando el 20%.

Además, el contagiarse de la enfermedad o recibir la vacuna no les hace exentos de reducir los riesgos por la Covid, ya que son un colectivo que “genera pocos anticuerpos”, a pesar de ello, mantuvieron reuniones para “priorizar su vacunación” entre los “más vulnerables” y en su mayoría ya han recibido la cuarta dosis.

La vacunación no ha sido la única medida de protección entre estos pacientes, durante este tiempo se han fomentado los “hábitos y medidas higiénico-sanitarias”, y a día de hoy (a pesar de que las mascarillas ya no son obligatorias) siguen llevándolas por su alto riesgo.

De 65.000 personas en diálisis y de trasplante renal en España, 8.000 se han contagiado y 1.700 han fallecido. Unas cifras que son “una barbaridad”. “Son pacientes con 67 años de media y que tienen otras complicaciones como diabetes o hipertensión. El riesgo para nosotros era cuatro veces mayor que la población en general (…) “El confinamiento ha sido un tiempo muy angustioso, teníamos que ir a diálisis tres veces a la semana y la verdad que ha sido una situación bastante difícil””, apuntaba Gallego.

De 65.000 personas en diálisis y de trasplante renal en España, 8.000 se han contagiado y 1.700 han fallecido. Unas cifras que son “una barbaridad”. “Son pacientes con 67 años de media y que tienen otras complicaciones como diabetes o hipertensión. El riesgo para nosotros era cuatro veces mayor que la población en general (…) “El confinamiento ha sido un tiempo muy angustioso, teníamos que ir a diálisis tres veces a la semana y la verdad que ha sido una situación bastante difícil””, apuntaba Gallego.​

Veían como muchos de sus compañeros caían a cuenta de la enfermedad

Por su parte, José Manuel Martín, vicepresidente de Alcer y miembro de la Junta de la Federación Nacional, aseguraba que su situación era “de mucha tensión” porque “veían como muchos de sus compañeros caían a cuenta de la enfermedad”. “El coronavirus se ha cebado bastante con nuestro colectivo, sobre todo, en las primeras oleadas”, señalaba.

Cerca de 80 participantes

Estos datos se facilitaban en el primer encuentro de personas con enfermedad renal de España, tras la pandemia, que tuvo lugar en el Hotel Cuatro Postes y que se celebró durante todo el fin de semana. Cerca de 80 personas de todo el país se han reunido para compartir sus experiencias, tanto positivas como negativas, no solo en el aspecto clínico también en el humano.

Historias como la de Marcial Encinar, un paciente de Ávila, que empezó con la enfermedad en 1995 y poco a poco su situación fue empeorando hasta recibir un trasplante en 2007. En la actualidad, lleva una vida normal, aunque “no puede hacer muchos esfuerzos”.

Además de las ponencias se realizarán varios talleres y, si el tiempo lo permite, también realizarán un tour por la ciudad y ejercicios físicos al aire libre.

Algunas reclamaciones

Las jornadas también buscaban reclamar “mejoras en la calidad del paciente renal con todo lo que ello conlleva, incluyendo el transporte público, la calidad del servicio de la diálisis de las diferentes provincias y ciudades” o “opciones del tratamiento desde casa, ya que la diálisis domiciliaria esta infrautilizada en España y debería de ser el tratamiento el que se adapte a la vida del paciente y no al revés”.

Progresos

Los enfermos renales se muestras esperanzados ante los últimos progresos de la patología. Los órganos en 3D a partir de células madre se pueden “adaptar como si fuera uno propio” y también existen otras líneas de investigación como el trasplante animal, sin embargo, aún falta un “’click’ para que sea una realidad” y mejorar la situación de los pacientes, pues “es una enfermedad dura y siempre hay más lista de espera que oferta”.​

Fuente: Avilared