En diálisis, las mujeres presentan peor puntuación en aspectos relacionados con la salud física, mental, carga de la enfermedad, efectos y sintomatología

Un estudio español realizado con un millar de enfermos renales en diálisis refleja diferencias significativas en cuanto a la calidad de vida de los pacientes según el sexo. Así, las mujeres en diálisis muestran peores puntuaciones en la mayoría de los aspectos relacionados con la calidad de vida. Es decir, en comparación con los hombres en su misma situación. Por tanto, incluir una perspectiva de género en la práctica clínica podría ser relevante para mejorar la atención a estos pacientes.

Para llegar a esta conclusión, Clarencio Cebrián Andrada, nefrólogo del Centro de Diálisis Bellavista-Sevilla de Fresenius Medical Care (FME), lideró un estudio cuyo objetivo ha sido analizar los resultados en función del sexo. Para ello se tomó en cuenta una muestra de 975 pacientes procedentes de los 14 centros de diálisis de FME en cinco provincias andaluzas.

En concreto, se comprobó que las mujeres en diálisis tenían peor puntuación en todos los aspectos relacionados con la calidad de vida en comparación con el hombre. Tanto en la escala de salud general física, como la mental, en la carga y efectos de la enfermedad, y en sintomatología. Esta diferencia de género se observó en todos los centros analizados, independientemente de su ubicación geográfica y fue estadísticamente significativa.

Diferencias en las mujeres en diálisis

Cabe recordar que, en relación con la diálisis, los aspectos vinculados con la calidad de vida van desde el dolor, los calambres, la fatiga, la ansiedad, la depresión, la carga que genera la enfermedad o el tratamiento, entre otros.

Así, aunque a través del estudio no puede conocerse el origen de estas diferencias, el experto señala varias hipótesis. Entre ellas, que la mujer cuente con mayor carga familiar y en el hogar. Especialmente al tratarse de mujeres de edad avanzada.  Por otro lado, también habría que tener en cuenta que es posible que las pacientes sean más propensas a reconocer sus problemas tanto a nivel físico como psicológico que los hombres.  Igualmente, “las mujeres suelen ser más propensas a la osteoporosis que junto a la osteodistrofia renal conlleva mayores problemas óseos y articulares. Todo ello podría influir en el dolor y en la calidad de vida”, concluye a el especialista.

Fuente: El Médico Interactivo