Investigadores de la Universidad Médica y Dental de Tokio (TMDU) han descubierto un vínculo entre la enfermedad cardiovascular y la enfermedad renal crónica, revelando nuevos biomarcadores de enfermedades y dianas terapéuticas.

La enfermedad renal crónica está relacionada con la formación de depósitos minerales en las paredes de los vasos sanguíneos, conocidos como «calcificación», que causan enfermedades cardiovasculares. Las pequeñas vesículas extracelulares (sEV), pequeñas estructuras cerradas fuera de las células, pueden transmitir moléculas de señalización entre las células, pero sus funciones biológicas no se comprenden completamente.

Ahora, se ha demostrado que los sEV «maliciosos», que se originan en la enfermedad renal crónica, desempeñan un papel en la calcificación de los vasos sanguíneos a través de una vía de señalización llamada «VEGFA».

Las células musculares (células del músculo liso vascular) en las paredes de los vasos sanguíneos pueden sufrir un proceso llamado «cambio fenotípico», que las altera de un estado contráctil que mantiene la estructura y función normales a un estado no contráctil.

Este suele ser el primer paso hacia la enfermedad cardiovascular y la calcificación de las paredes de los vasos sanguíneos. Asimismo, la enfermedad renal crónica puede promover este cambio fenotípico, y ahora los investigadores de TMDU han demostrado que los dos están vinculados a través de alteraciones en los sEV derivados de la enfermedad renal crónica.

Los sEV son secretados naturalmente por todas las células. Transportan y propagan una variedad de moléculas de señalización entre las células, incluidas proteínas, microARN (miARN) y ADN. En este sentido, el equipo secuenció la población de miARN en los sEV circulantes y encontró que cuatro miARN estaban disminuidos en los sEV tanto de un modelo de roedor como de humanos con enfermedad renal crónica.

Fuente: noticiasde.es