Un estudio multicéntrico liderado por el Hospital de Bellvitge ha demostrado que usar una nueva membrana de purificación sanguínea extracorpórea consigue reducir del 40 % al 28 % la insuficiencia renal aguda tras una cirugía cardíaca de alta complejidad.
Un estudio multicéntrico liderado por el Hospital de Bellvitge ha demostrado que usar una nueva membrana de purificación sanguínea extracorpórea consigue reducir del 40 % al 28 % la insuficiencia renal aguda tras una cirugía cardíaca de alta complejidad.
Los resultados del estudio, hecho en colaboración con los hospitales Germans Trias i Pujol y Sant Pau, se ha presentado en el 42nd International Symposium on Intensive Care & Emergency Medicine (ISICEM), el simposio más prestigioso del mundo en medicina intensiva.
La insuficiencia renal aguda es una pérdida repentina de la capacidad de los riñones de eliminar los restos perjudiciales que transporta la sangre y es un problema secundario importante entre las personas ingresadas en estado crítico en el hospital y también como consecuencia frecuente de haberse sometido a una cirugía cardíaca, especialmente si es de alta complejidad.
Sin embargo, esta ha sido la primera vez, después de diferentes estudios, en los que su uso se ha logrado asociar a beneficios clínicos.
Los investigadores hicieron una prueba piloto con veinte pacientes que confirmó la seguridad de la técnica y entre 2016 y 2022 incluyeron en el ensayo a 343 pacientes de los hospitales de Bellvitge y Germans Trias i Pujol sometidos a cirugías que requerían circulación extracorpórea durante más de 90 minutos.
El resultado fue que, en los pacientes del grupo de control (169 personas) hubo un 40 % de casos de insuficiencia renal aguda durante la semana posterior a la intervención, mientras que, en los pacientes en los que se utilizó la nueva membrana (174 personas), esa proporción se redujo al 28 %.
Además, comprobaron que el dispositivo no provoca problemas añadidos a los pacientes y que los enfermeros perfusionistas -expertos en aparatos de circulación extracorpórea-– pudieron hacerlo funcionar de forma sencilla.
Según el médico del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de Bellvitge y autor principal del estudio, Xosé Luis Pérez, «si se confirman estos resultados, se podría establecer el uso rutinario de estos dispositivos en los pacientes de riesgo que se sometan a cirugía cardíaca con circulación extracorpórea».
Pérez cree también probable que este dispositivo «tenga igualmente otros beneficios clínicos para el paciente y acorte su estancia en la UCI», si bien admite que sería necesario un estudio con mayor número de pacientes para confirmarlo. EFE
Fuente: La Vanguardia