Desde hace más de un siglo la vacunación ha sido una parte rutinaria de la medicina. La enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha marcado un cambio de era abriendo una ventana de oportunidad, sin precedentes, para las vacunas.
El potencial vacunal no solo se sitúa en la protección y prevención ante la infección causada por múltiples patógenos, sino también por las posibilidades que ha puesto de manifiesto el uso de nuevas tecnologías para la prevención, tratamiento y mejora de la calidad de vida de muchas enfermedades crónicas y degenerativas.
El objetivo de este documento es analizar el potencial preventivo de las vacunas como una oportunidad pospandemia, escanear el horizonte de tendencia y resumir la evidencia creciente para la vacunación, proponiendo, además, un conjunto de intervenciones para hacer frente a los desafíos que han surgido en esta nueva era.
Las vacunas salvan vidas, evitan el desarrollo de enfermedades, reducen el impacto de la enfermedad sobre los servicios de salud (hospitalizaciones, consultas, visitas, pruebas o tratamientos evitados) y a nivel social (mejoras de productividad asociadas a mejoras del PIB de los países, menor coste de cuidados, etc.) y, son coste efectivas.
Entre los adultos, existen grupos poblacionales que pueden ver mejorada su calidad de vida gracias al potencial vacunal: personas que conviven con patologías crónicas de base, que están viviendo o han pasado por procesos oncológicos u otros problemas de salud que comprometen su sistema inmunitario, pacientes institucionalizados, así como personas mayores con respuestas inmunitarias deficientes asociadas a la edad.
Es necesario, por tanto, el cambio de paradigma poblacional en la vacunación para cada vez dar un mayor protagonismo a las vacunas entre población adulta, que hasta ahora estaba mucho menos desarrollada que la vacunación infantil.
Por otro lado, los virus no conocen fronteras y en un contexto de globalización con movimientos migratorios continuos, las vacunas, tanto en personas como en animales, son un escudo protector fundamental.
Actualmente en Europa se contempla un potencial de más de 100 vacunas futuras, que usan diferentes tecnologías. En esta nueva era, las vacunas son más fáciles y rápidas de producir, más flexibles en condicionantes de distribución y con más opciones de personalización para la aplicación individual.
Sin embargo, teniendo presente este escenario esperanzador para las vacunas y su potencial uso inmediato, se deben tener presente también algunos retos pendientes.
Cómo enfocar y operativizar en el día a día de los servicios de salud la inmunización a lo largo de toda la vida es una tarea que conlleva mucho trabajo de planificación, organización y acción.

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