Los días 5 y 6 de junio se celebran el día nacional del donante de órganos y tejidos y el día mundial de los pacientes trasplantados, respectivamente. En estos días se pone de manifiesto el liderazgo de España en este aspecto, donde año tras año se erige en la cima mundial del número de donaciones y trasplantes. Esta realidad cada vez es más habitual para los diferentes especialistas que tienen que hacer frente a nuevos retos en el manejo de estos pacientes, ya sean donantes o receptores de un órgano.
Los donantes cada vez son más expandidos, más mayores lo que hace necesario una valoración más extendida y un abordaje multidisciplinar del paciente trasplantado. Estos pacientes son muy complejos, ya que van a tener que recibir una medicación y un seguimiento de por vida, por ello es fundamental que en su asistencia participen desde médicos de diferentes especialidades, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas etc. Por esa razón, los profesionales deben de tener una visión más periférica y establecer sinergias con sus colegas para poder dar la asistencia más adecuada y personalizada a los pacientes para que tengan la mejor calidad de vida posible.
Seguimiento Postrasplante
En este sentido, Marina Pérez, coordinadora del Grupo de Trabajo de Donación y Trasplante de la Semicyuc y coordinadora de la Unidad de Trasplantes del Hospital Univ. Puerta de Hierro recalca que muchas veces estas personas requieren de un apoyo transversal de todos los recursos sanitarios del sistema para asegurar el regreso de los pacientes a sus vidas actuales. De hecho, reivindica el papel que ejercen las consulta post UCI en el seguimiento de las complicaciones que puedan existir en cuanto a la rehabilitación física y emocional, síndromes confusionales, etc. “La implantación de estas consultas de manera generalizada permitiría una continuidad de los cuidados, de la medicación, de la monitorización, en definitiva, de la asistencia y seguimiento del paciente”, subraya.
No en vano, las diferentes especialidades juegan un papel trascendental en el seguimiento del paciente después de la intervención. Es más, en el caso de la nefrología, Auxi Mazuecos, vocal de trasplantes de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), hace hincapié en la trascendencia que tiene los nefrólogos en el seguimiento postrasplante inmediato, “que es un seguimiento muy riguroso”, así como el seguimiento una vez se le ha dado el alta al paciente. “Nos convertimos en el médico de cabecera del paciente trasplantado“, enfatiza la nefróloga. Asimismo, reivindica el papel histórico de estos especialistas en el ámbito de la donación, siendo los nefrólogos los primeros coordinadores de trasplantes en los hospitales.
Donante vivo
Es más, este peso se ejemplifica, sobre todo en las campañas de donación, tanto de donante fallecido, como vivo, donde la implicación de la especialidad es total. De hecho, la vocal recalca la importancia de fomentar la donación de donante vivo, ya que es la que mejor resultados ofrece. La actividad de trasplante renal de donante vivo fue limitada durante años en España, pero ha aumentado de forma exponencial a lo largo de este siglo. De este modo, si en el año 2000 fueron 19 las personas que donaron un riñón en vida, la cifra aumentó hasta el máximo histórico de 435 procedimientos en 2023. El crecimiento del trasplante renal de vivo en España responde a la necesidad de trasplante renal de la población, pero sobre todo a los mejores resultados que ofrece en comparación con el de donante fallecido.
En este aspecto, Constantino Fondevila, presidente de la Sociedad Española de Trasplante (SET), señala que se requiere una gran preparación e infraestructuras para desarrollar ese proceso. Por lo que, reclama a la administración su ayuda a la hora de fomentar estos programas y garantizar que el impacto personal y económico para el donante sea el menor posible, lo que denominan “la protección del donante”. No obstante, asevera que el modelo en España es modélico y trasparente. Asimismo, apunta que las perspectivas de futuro son muy prometedoras, por ello incide en la importancia de la adaptación continua a los cambios que se van produciendo en este ámbito. “Si somos capaces de innovar y reinventarnos para continuar creciendo todo irá muy bien, como ya se ha demostrado en el pasado”, recalca Fondevila.
Retos
Del mismo modo, otro de los retos que se debe de acometer es la gran inequidad existente dentro del territorio español respecto al trasplante de donante vivo. “Tenemos que ser capaces que estos datos sean iguales independientemente de la provincia en la que nos encontremos”, afirma Mazuecos. Por eso, es fundamental la unificación de criterios entre todas las comunidades para que todas funcionen de la misma manera y evalúen igual a todos los pacientes independientemente de su código postal.
De hecho, según la vocal de la S.E.N. esta unificación será notablemente positiva para el sistema, ya que mejoraría las listas de espera, haciéndolas más eficiente y permitiendo el acceso a más pacientes. “El propósito final es que el mayor número de pacientes se puedan beneficiar del trasplante, pero sin olvidar que tenemos que añadir tiempo de vida de calidad, que sea valiosa para el paciente y pueda reincorporarse lo antes posible a sus actividades habituales o mejorarlas”, remarca el presidente de la SET.
Por su parte, Pérez incide en la trascendencia de incrementar el número de donantes, como la calidad de los mismos. Por ello, señala que se está trabajando para que la donación forme parte de los cuidados al final de la vida en pacientes que estén ingresados fuera de las unidades de cuidados intensivos, para poder ofertar la donación a la gran mayoría de los pacientes que van a fallecer, “es algo muy positivo, que incluso la sociedad lo pide”. Además, es una de las prácticas más valoradas y más reconocidas dentro de la comunidad científica. “Para mí, el trasplante es una de las actividades más reconfortantes de la medicina”, recalca Mazuecos.
Fuente: Gaceta Médica