Este avance tecnológico permite identificar a pacientes de forma temprana, optimizando su tratamiento para mejorar sus pronósticos y su calidad de vida
El Hospital Clínico Universitario de Valencia ha desarrollado un algoritmo para la detección precoz de la enfermedad renal crónica, una patología que afecta la función de los riñones y que, si no se diagnostica y trata a tiempo, puede llevar a la necesidad de diálisis o trasplante. Este proyecto, liderado por el Servicio de Nefrología y el Laboratorio de Análisis Clínicos del hospital, ha sido galardonado con el premio de investigación clínica de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo (FRIAT).
La enfermedad renal crónica es conocida por su no mostrar dolor ni síntomas en sus primeras etapas, lo que hace difícil su diagnóstico precoz. Sin embargo, gracias al desarrollo de este algoritmo, basado en un sistema de apoyo a la decisión clínica, es posible identificar a pacientes en población de alto riesgo, como aquellos con diabetes tipo 2, hipertensión arterial, obesidad, o mayores de 65 años. De esta manera, se logra una detección temprana que puede mejorar los pronósticos de los pacientes.
Funcionamiento del algoritmo
Cuando un médico de Atención Primaria (AP) solicita una analítica a un paciente con alguno de estos factores de riesgo, el sistema detecta automáticamente esta condición y agrega los parámetros específicos de cribado para la enfermedad renal crónica, sin que el profesional tenga que hacer ninguna solicitud adicional. José Luis Górriz, jefe del Servicio de Nefrología del hospital, ha explicado que este proceso se realiza en menos de un segundo, y cuando el médico recibe los resultados de la analítica, ya cuenta con la información adicional para evaluar la función renal del paciente.
Una de las características más relevantes del sistema es que no solo detecta la enfermedad, sino que también clasifica a los pacientes en tres categorías de riesgo: bajo, moderado y alto. Esta clasificación permite a los médicos ajustar el tratamiento y el seguimiento según las necesidades de cada paciente. En casos de alto riesgo o de progresión de la enfermedad, el sistema envía automáticamente un correo electrónico a un especialista en nefrología, quien revisa el caso y decide si programar una consulta presencial o proporcionar recomendaciones específicas al médico de AP.
Facilita el trabajo del médico de AP
Enrique Rodríguez, jefe de sección del Laboratorio de Análisis Clínicos del hospital, ha señalado que este sistema facilita el trabajo del médico de AP, ya que se realiza de manera automática y no supone una sobrecarga adicional en su trabajo diario.
El desarrollo de este algoritmo tiene un impacto directo en la mejora de la calidad de vida de los pacientes, ya que permite una intervención temprana, lo que puede retrasar o incluso evitar la progresión de la enfermedad a etapas avanzadas. Además, este sistema contribuye a la reducción de los costes sanitarios, ya que, al prevenir la progresión de la enfermedad renal crónica, se disminuye la necesidad de tratamientos costosos como la diálisis o el trasplante renal.
“La actuación en fases precoces mediante este sistema de detección no solo mejora el pronóstico de las personas que presentan factores de riesgo o enfermedad renal y retrasa la aparición de ésta, sino que, además, mejora la calidad de vida de los pacientes y reduce de forma muy relevante los costes en el sistema sanitario”, ha afirmado Górriz.