Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo se llevó a cabo la «Jornada Día Mundial de la Mujer», organizada por el grupo de trabajo GendeReN de la Sociedad Española de Nefrología, en colaboración con el grupo de mujeres de la Federación Nacional ALCER.
La jornada comenzó con la bienvenida e inauguración del acto, a cargo de María José Soler (vicepresidenta de la S.E.N), Marta Marbán (representante de la Asamblea de Madrid),  María Pilar Martínez (representante SOMANE) y María José Castro (representante SEDEN).
La primera intervención, titulada «Rol de la mujer con enfermedad renal», abordó el papel y las necesidades de las mujeres/cuidadoras con enfermedad renal crónica. Esta mesa redonda contó con la participación de Maite Marín (psicóloga de la Fundación Renal Española) y Ana Belén Martín (secretaria del grupo de mujeres de la Federación Nacional ALCER).
La siguiente mesa contó con la intervención de Iluminada Martín-Crespo (presidenta de ALCER Madrid) y Claudia Yuste (nefróloga del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid), quienes discutieron sobre la conciliación de las mujeres con enfermedad renal crónica, dependiendo del tratamiento renal sustitutivo.
Una presentación interesante fue la intervención de María José Soler (nefróloga del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona), quien presentó datos de investigación básica y diferencias de género en la nefrología.
Lucía Cordero (nefróloga de la Fundación Jiménez Díaz) nos habló sobre el programa PREVEN-CKD (prevención renal), destacando la importancia de la prevención en la población general y en personas de grupos de riesgo, gracias a diferentes campañas y acciones.
La última intervención de la mañana estuvo a cargo de Ana María García Prieto (nefróloga del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid), quien nos ofreció una visión sobre la importancia del género en la nefrología internacional.
Fue una jornada muy constructiva, en la que participaron diferentes puntos de vista de nefrólogas, pacientes y psicólogas. Pudimos conocernos y conversar sobre todo el trabajo que aún queda por hacer para mejorar las necesidades de las mujeres con enfermedad renal crónica.