En casa de José Vicente Zugasti, de 36 años, la situación también fue inquietante. Vive en Alcobendas (Madrid) con su mujer y el apagón se produjo mientras recibía diálisis domiciliaria, a causa de una enfermedad renal. Le quedaba media hora de tratamiento. «Sin luz la máquina a la que me enchufo deja de funcionar, tiene una batería de 15 minutos, pero la toma de aguas se frena y el retorno de la sangre hay que hacerlo con suero», explica. Su mujer desconectó el dispositivo, tenía 300 mililitros de sangre en la máquina. «Llamé al centro de salud para recibir directrices, pero no había cobertura, finalmente lo conseguí tras muchos intentos», cuenta
Fuente: Diario El País