¿Qué es el cáncer renal?

Cáncer, tumor, masa, bulto, hinchazón, mancha, sombra, lesión… Es posible que haya oído varias de estas palabras para describir el cáncer. Un término más formal es neoplasia, que significa “nuevo crecimiento”. Los expertos médicos podrían definir el cáncer como una “neoplasia de tejido anómalo, cuyo crecimiento supera el tejido normal, está descoordinado con este y persiste una vez que desaparece el estímulo para el crecimiento”.

Nuestro organismo está compuesto de células. Cada tejido, cada órgano, cada parte del cuerpo está compuesto de células, que son todas muy diferentes en función de si se encuentran en el hígado, el corazón, la sangre o el riñón. El organismo siempre está creando células nuevas: para crecer, reemplazar las células agotadas o sanar las células dañadas tras una lesión. Normalmente se trata de un proceso muy controlado.

Por ejemplo, cuando uno se corta, las células de la piel reciben una señal de “adelante” para empezar a dividirse. Una vez que el corte se ha curado, las células de la piel reciben la señal de “stop” y dejan de dividirse. Este proceso está controlado por instrucciones y recetas que se encuentran en el interior de las células y se denominan “genes”. Todos los cánceres están causados por alteraciones en estos genes denominadas mutaciones.

Las alteraciones de los genes que provocan cáncer suelen tener lugar durante la vida, aunque un pequeño número de personas las heredan de uno de sus padres. Hay muchos tipos distintos de cáncer y el cáncer puede afectar a casi todos los órganos del cuerpo. La situación del cáncer, el tipo de tumor que se tiene y las mutaciones genéticas que lo han causado podrían influir en cuál es el mejor tratamiento para ese cáncer.