Los riñones llevan a cabo funciones vitales para nuestro organismo. Se encargan de filtrar, a través de la orina, los excesos de agua y toxinas que se producen en el organismo, mantienen el equilibrio interno de este con el correcto funcionamiento de las células y ayudan con la producción de glóbulos rojos, además de regular la presión arterial.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, los fallos en un riñón pueden aparecer a cualquier edad ya que no existe una relación directa entre el envejecimiento y la pérdida de función renal, como defienden desde el Servicio de Nefrología del Complejo Hospitalario de Ourense (@Com_CHUO). «Aproximadamente, un tercio de la población puede conservar la reserva funcional renal hasta los 80 años», confirman.
Sin embargo, no debemos olvidar que el paso del tiempo trae aparejada una serie de cambios en nuestro organismo y, en el caso de los riñones, estos reducen su peso, lo que se traduce en que haya menos cantidad de tejido renal o de nefronas (las encargadas de filtrar esa sangre). Pero esto no significa que falle la función renal normal. En la mayor parte de las ocasiones, los problemas más comunes que se dan en los riñones a partir de cierta edadobedecen a complicaciones de patologías previas.
La edad no es la causa principal de estas enfermedades
En definitiva, no es la edad la que afecta a los riñones. Sin embargo, no está de más conocer algunos de los problemas más comunes que aparecen a cierta edad por la deriva de enfermedades ya existentes:
• El cáncer de riñón tiene en el envejecimiento uno de sus factores de riesgo, pero hay más. Este tipo de tumor aparece motivado por causas como años de abuso de alcohol, tabaco o medicamentos. Las personas obesas o que llevan años en tratamiento de una insuficiencia renal son más propensas a desarrollar este tipo de cáncer.
• Cuando se produce una insuficiencia renal, se deteriora la capacidad de filtrado de nuestros riñones. Si una persona sufre hipertensiónarterial, puede provocar el deterioro de los vasos sanguíneos de los riñones y con esto la aparición de una insuficiencia renal.
• La diabetes puede hacer que una glucemia elevada provoque la presiónsobre la función de filtrado de los riñones. Así es como se produce otro de los problemas más comunes, en este caso para las personas mayores diabéticas, y que se conoce como nefropatía diabética. «Hasta el 40% de las personas con diabetes padecen finalmente la enfermedad renal», apuntan desde la Clínica Mayo (@ClinicaMayo).
Señales de alarma
Antes de que esto suceda, es importante estar atento a los síntomas que nos avisan de un posible fallo en nuestros riñones. Un aumento de la frecuencia a la hora de ir al baño, cambio en el color de la orina o presencia de sangre en esta, retención de líquidos, anemia o sabor metálico en la boca son algunos de esos signos.
La pérdida de función renal se debe a complicaciones en patologías previas y no a la edad
Fuente: 65ymas.com