La administración de Donald Trump se comprometió este miércoles a mejorar la prevención y los cuidados de la enfermedad renal con un paquete de medidas que incluyen mejor acceso a los trasplantes de riñón, a la diálisis en casa y campañas de prevención para atajar una dolencia que sufren unos 30 millones de adultos en EEUU.
Trump aprobó este miércoles una orden ejecutiva con un paquete de medidas para que más de 500,000 personas que se someten a tratamientos de diálisis en clínicas puedan acceder a recursos más baratos o a domicilio, entre otras iniciativas descritas por su gabinete como el mayor empujón a los cuidados de enfermedades renales desde 1973, cuando el gobierno extendió la cobertura con Medicare.
Se estima que unos 30 millones de adultos tienen problemas crónicos del riñón en EEUU, que cuestan a Medicare unos 110,000 millones de dólares. A fecha de hoy, en torno al 14% de los pacientes con problemas renales tiene acceso a una diálisis en casa o un trasplante. Para 2025, el objetivo es que este porcentaje crezca hasta el 80%.
Las iniciativas incluyen cinco nuevos modelos de pago para que los médicos traten con más celeridad a los pacientes aquejados de esta dolencia; facilidades para acceder a la diálisis en casa; la revisión del trabajo de las organizaciones sin ánimo de lucro que recogen órganos para trasplantes, en muchos casos ineficiente, y campañas de concienciación. Los tratamientos preventivos, incluyendo el control de la diabetes y la presión arterial alta, los dos principales culpables, pueden ayudar a prevenir el deterioro, algo importante ya que se estima que en torno al 40% de las personas con enfermedad renal desconocen que la padecen.
La diálisis es una terapia muy dura por la que pasan unas 510,000 de las 726,000 personas que sufren de enfermedad renal en su etapa final, de acuerdo con la Fundación Nacional del Riñón. Esto significa que los riñones han fallado y requieren o bien un trasplante o bien diálisis para sobrevivir. La esperanza media de vida para las personas que están recibiendo diálisis es de entre 5 a 10 años.
En EEUU, la mayoría de los pacientes reciben hemodiálisis, lo que requiere filtrar toxinas de la sangre. La mayoría lo recibe en clínicas o instituciones privadas que tratan a docenas de personas cada día. Una opción más barata es la diálisis peritoneal, un tratamiento en el que un líquido purificador circula a través de una sonda, a menudo mientras el paciente duerme.
Más de 94,000 de las 113,000 personas en la lista nacional de espera para un trasplante de órganos necesita un riñón. El año pasado, unos 6,500 procedían de donantes vivos, de acuerdo con United Network for Organ Sharing, una organización que controla el sistema de trasplantes a nivel nacional.
“Cuando más tiempo estás en diálisis, peores son los resultados», dijo Amit Tevar, un cirujano especialista en trasplantes del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, que elogió la iniciativa de Trump. «Con demasiada frecuencia, los centros de trasplantes no tratan al paciente de riñón hasta que ha estado en diálisis durante años. Un trasplante de un donante vivo es preferible porque esos órganos trabajan mejor, más tiempo y más rápido», dijo Tevar.
“La atención ha estado en pagar por procedimientos en lugar de por buenos resultados”, dijo Alex Azar, secretario de Salud y Servicios Humanos, cuyo padre recibió diálisis tradicional y en casa antes de recibir un trasplante de un donante vivo. Azar dijo en marzo, en una audiencia ante el Senado, que en este momento los incentivos financieros son hacia la diálisis y no hacia los trasplantes y la supervivencia a largo plazo.
Los médicos generalmente reciben un reembolso mayor por el cuidado de los pacientes de diálisis que por el tratamiento de pacientes con enfermedad renal que todavía no necesitan diálisis. Dos empresas, Fresenius Medical Care y DaVita, dominan un mercado muy lucrativo.
Otra medida incluirá incrementar los pagos a los donantes vivos de riñón e hígado para cubrir un mayor porcentaje de los gastos, como los salarios no percibidos o el cuidado de los niños.
Trump no hizo mención a la operación de riñón de su esposa el año pasado, e ignoró en la rueda de prensa la pregunta de un reportero acerca de la posible influencia de Melania Trump en estos esfuerzos para combatir la enfermedad renal, un campo en el que EEUU se sitúa por detrás de muchos países en desarollo en cuanto a porcentajes de trasplantes o diálisis en casa.
¿Cómo prevenir la enfermedad renal o evitar que empeore?
• Controla tu nivel de azúcar en la sangre, presión arterial y colesterol.
• Sigue una dieta para diabéticos.
• No fumes.
• Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana.
• Mantén un peso saludable.
Más de 94,000 de las 113,000 personas en la lista nacional de espera para un trasplante de órganos necesita un riñón. El año pasado, unos 6,500 procedían de donantes vivos, de acuerdo con United Network for Organ Sharing, una organización que controla el sistema de trasplantes a nivel nacional.
Fuente: www.univision.com