Daniel Gallego, presidente de la Federación Nacional de asociaciones Alcer y enfermo renal, fue uno de los participantes en las jornadas que este fin de semana se celebraron en Santiago sobre enfermedad renal crónica, en las que participó «para animar a que la gente salga del bucle de ir de casa a diálisis y de diálisis a casa y explicar que se puede viajar incluso estando en hemodiálisis».-Su charla hablaba de los preparativos que hay que hacer para un viaje.-Sí, fue sobre todo para animar a la gente a que se vaya de viaje.. Lo más importante es querer ir. Es verdad que una cosa es conocer el camino y otra cosa es andarlo, pero hoy en día tanto en España como en Europa hay unas garantías de seguridad y de conocimiento que garantizar que los van dializar en las mismas condiciones que en su lugar habitual. -Entonces uno se puede ir de viaje a Francia y hacer allí la diálisis.-Sí,claro. En España hay un sistema en el que está cubierto en todas las comunidades y se compensan entre ellas. Y fuera, con la tarjeta sanitaria europea está cubierto en todos los países de Europa.
Simplemente con la tarjeta sanitaria y tu informe médico, si te aceptan la plaza ya está. Yo me he dializado en toda Europa sin ningún problema.-¿Y fuera de Europa?-En el resto del mundo sí que hay que pagar la diálisis. Yo me he dializado en Tailandia, en Japón, en Indonesia, en India… Me he hecho la diálisis en más del 20 países. Es verdad que dependemos de una máquina para vivir, pero es que esa máquina se puede encontrar en cualquier sitio del mundo. Al final, la peor discapacidad es creer que no puedes hacerlo. Yo he estado en más 20 países de todo el mundo y siempre he encontrado centro de diálisis. Igual que reservas un hotel y los vuelos, reservas la diálisis. Si sabes que vas a estar en una ciudad tal día a tal hora, pides la cita y ya está.
Después está el problema de los aviones y la máquina de diálisis. El último caso ha sido la de una joven en Lavacolla que al final, pudo volar al día siguiente.-Es que presentamos una queja, lógicamente. Este es un tema que llevamos intentando solucionar desde antes del verano para los que hacen técnicas domiciliarias, como la diálisis peritoneal, que es una máquina portátil. No cumple las medidas equipaje de mano.-Pero bueno, eso…-No, claro, claro. Nosotros lo que decimos es que esto es un tratamiento médico, que no se puede facturar porque no puede ir en bodega, ya que hay unas condiciones de humedad, de presión y de temperatura que no garantiza que vaya a llegar bien y al final tiene que ir en cabina. Aena no nos puso ningún problema, que era un equipaje especial como por ejemplo una silla de ruedas y que tenía que ir en cabina. -Pero no siempre va.-Como no había un protocolo unificado nos reunimos con el presidente de ALA, que es la asociación de líneas aéreas para que hablase con Aesa, que es el que hace los protocolos de seguridad. Lo que nos parecía mal es que sí podías viajar si comprabas un billete extra. Y esto no es una cuestión de dinero, es de inclusión y de no discriminación.-Es que es algo que te permite seguir vivo.-Claro, es un tratamiento vital. Estamos gestionándolo. Creo que avisando con antelación debería ser suficiente. Tampoco hay tanta gente que viaje con cicladoras. Hay unas 3.000 personas en España con diálisis peritoneal y con cicladoras a lo mejor hay 1.500. No van a coincidir en vuelos todos a la vez. Esto es un tema de voluntad y no podemos depender de los favores del comandante o quien sea para poder viajar.
Participó en unas jornadas en Santiago en las que explicó que «es verdad que necesitamos una máquina para vivir, pero esa máquina está en todo el mundo»
Fuente: La Voz de Galicia