Está vivo gracias a un riñón que le donaron hace casi 30 años y que sigue funcionando pese a no tomar la medicación para evitar el rechazo.

La vida de Rafael Rodríguez (Ferrol, 1962) está ligada de una forma misteriosa al número 16. «Nacín un 16 de abril e o trasplante de ril fixéronmo un 16 de febreiro de hai 29 anos», revela el presidente de Alcer Galicia (Asociacio?n para a Loita Contra as Enfermidades de Ril) y maestro de Pedagogía Terapéutica en el IES Saturnino Montojo.

Rodríguez se siente doblemente afortunado porque no solo sigue vivo gracias a un riñón que le donaron hace casi ya tres décadas, en 1993 —cuando la esperanza de vida de los trasplantados estaba en siete años—, sino que, además, nunca le ha fallado. Ni siquiera cuando a los dos años del trasplante le diagnosticaron un sarcoma de Kaposi y le tuvieron que retirar la medicación para evitar el rechazo. «O normal era que o ril fallase debido a iso, pero non sucedeu. Por iso eu digo que tocoume a lotería dúas veces. A primeira cando me trasplantaron e a segunda cando o ril seguiu funcionado pese a que me retiraron a medicación. En España, que eu saiba, só hai outro caso como o meu», comenta el presidente de Alcer Galicia.

El diagnóstico

Rafael Rodríguez cuenta que sus riñones comenzaron a fallar siendo veinteañero. «Empezáronme a inchar os tobillos e ao consultalo chegou o diagnóstico». Aguantó siete años y después estuvo dos más con diálisis, un proceso «duro» porque perdió mucho peso —«quedei en 56 kilos»— y se encontraba muy fatigado. «Non era capaz de subir a un segundo piso sen parar para descansar», rememora. Pero por fin llegó el trasplante y su vida dio un vuelco. «O meu doante foi un home que perdeu a vida nun accidente de tráfico e grazas a súa doazón eu e máis outro rapaz pudimos ser trasplantados», relata Rodríguez.

Aquella donación supuso un antes y un después en su enfermedad. «Tiven a sensación de que recuperaba a miña vida. Por fin podía facer deporte, tiña forzas de novo y volvín a comer alimentos que antes tiña prohibidos», explica.

Por eso, desde entonces —en realidad desde hace mucho antes, porque Rafa ya empezó a colaborar con Alcer cuando le diagnosticaron la enfermedad renal—, este ferrolano siempre positivo y luchador no ha dejado de trabajar por concienciar a la sociedad sobre la importancia de la donación. «A mín salvoume a vida, pero eu sempre digo que un doante de órganos pode salvar ata sete vidas, porque ten un corazón, un fígado, un páncreas, dous riles e dous pulmóns», advierte.

Rodríguez asegura que estamos en el buen camino. Las trasplantes de riñón procedentes de donantes vivos se han incrementado en los últimos años. Y además, ahora hay muchas menos negativas familiares en el caso de los donantes fallecidos. «Agora mesmo unha de cada dez familias di que non, mentres que cando me trasplantaron a mín era unha de cada catro», advierte. Y recuerda además que las donaciones repercuten en un menor gasto sanitario. «Un enfermo con diálise cústalle ao sistema 40.000 euros ao ano, mentras que o custe dun trasplantado é moito máis pequeno».

Rafa Rodríguez ha hecho de su trabajo en Alcer uno de los motores de su vida. «É a miña forma de agradecer a doazón que me salvou a vida e tamén algo que me satisface moítisimo. Un voluntario sempre recibe máis do que dá e non son palabras bonitas. A sensación de poder axudar é fabulosa», sostiene.

Además de promocionar la donación de órganos, la entidad que preside también presta servicios a aquellas personas con problemas renales, trasplantados y familiares. «Contamos cunha psicóloga, traballadoras sociais, nutricionistas, sexólogo, pedagogos, terapeuta ocupacional e voluntariado que axuda e acompaña aos enfermos», apunta Rafa.

Además, insiste en algunas de las principales reivindicaciones de la entidad. Entre ellas, que a los trasplantados se les mantenga una discapacidad del 33 %, para poder optar así a las plazas públicas reservadas para este colectivo. Y también una mejora de la calidad asistencial en el área de Ferrol. «Temos moitas esperazandas postas na nova unidade de Nefroloxía que se creará no Marcide coas obras do Plan Director, porque permitirá poñernos á altura do resto das áreas sanitarias de Galicia», advierte Rafa Rodríguez. En la actualidad, 25 personas están en tratamiento con hemodiálisis en el Marcide y en torno a 100 en el Cardona.

Fuente: LA VOZ DE GALICIA