Las asociaciones de pacientes alertan de que las patologías graves de riñón afectan al 10% de los adultos y que algunos centros concertados donde se ofrece esta terapia hacen dobles turnos. Sanidad niega que haya saturación.

Más centros concertados para que los enfermos renales puedan ser sometidos a hemodiálisis y, sobre todo, que los seis hospitales que en la provincia de Alicante tratan a los pacientes crónicos de riñón que están abocados a la ayuda de estas máquinas tengan mayor capacidad ante el crecimiento de las patologías graves asociadas a este órgano. Es lo que reclama la asociación provincial contra las enfermedades nefríticas ante la prevalencia de la enfermedad renal crónica, que ha crecido un 30% en la última década, según un estudio internacional difundido por la Sociedad Española de Nefrología.

Esta grave patología afecta al 10% de los adultos, según alertan las asociaciones de pacientes. Los que necesitarán diálisis se multiplicarán por cinco en los próximos años.

La asociación alicantina contra las enfermedades renales alerta de que en la provincia hay más de 3.000 enfermos renales crónicos que necesitarán antes o después la ayuda de una máquina de hemodiálisis, que funcionan como una terapia sustitutiva tras la pérdida de la función natural del riñón. Más de medio millar ya asisten a diálisis, mediante la que se les extraen las toxinas y el exceso de agua en la sangre, y el resto «aún no están pero lo estarán» al agravarse con el tiempo la enfermedad, afirma el presidente del colectivo, Roberto Oliver, por lo que precisarán finalmente un trasplante.

El 75% de los pacientes con afecciones renales son derivados a centros concertados para recibir esta atención con hemodiálisis, que se suele dar en días alternos, aunque algunos la precisan hasta cuatro días a la semana.

El presidente de la asociación ALCER reclama que los hospitales donde se dializa a pacientes en la provincia, que son el Doctor Balmis de Alicante, el General de Elche, el Hospital del Vinalopó, y los de Dénia, Alcoy y Elda, tengan una mayor capacidad para ofrecer esta terapia dado que disponen de UCI por si el paciente sufre alguna complicación. Así como que haya más centros privados concertados a los que son derivados la mayoría dado que, según la asociación de pacientes, algunos de ellos empiezan a doblar turnos para atender la creciente demanda. Estos centros concertados están en Alicante, San Vicente, Sant Joan, Elche y Orihuela, y algunos atienden a más de 100 personas por turno.

Sin embargo, desde la Conselleria de Sanidad señalan que estos centros tienen mucha capacidad para crecer «y atienden a los que tienen y a los que vengan», por lo que niegan problema alguno. «Hacen turnos de mañana, de tarde y lo que haga falta pero no están saturados ni al límite y no hay quejas al respecto. Se concertó con estos centros y se encargan de los pacientes», han insistido.

Coincidiendo, mañana, con el Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes, que tiene como propósito incentivar las donaciones para salvar la vida de otras personas, desde ALCER explican que la diálisis es la antesala del trasplante aunque desde hace unos dos años tampoco es imprescindible estar sometido a esta terapia para recibir un órgano sano, algo que «antes era imposible».

En lista de espera para trasplante de riñón en el Hospital General de Alicante hay unos 120 pacientes. Esta intervención también se realiza en el Hospital General de Elche. En la mayor parte de los casos, el órgano procede de donante fallecido pero también se están haciendo trasplantes en vivo, una decena durante el último año, apunta Oliver, trasplantado ya dos veces, quien expone la preocupación por el crecimiento del número de enfermos.

Sobre los donantes, Oliver quiso poner en valor al denominado «buen samaritano», quien cede un riñón a quien sea; así como los trasplantes cruzados entre varias personas.

La enfermedad real crónica cuenta con un infradiagnóstico del 40% ya que se suele descubrir en su fase más avanzada pese a que en un simple análisis de sangre se podrían detectar alteraciones en el riñón, de ahí que se denomine «enfermedad silenciosa». El 25% de los afectados no conoce su situación en la fase inicial, lo que complica su abordaje y posterior tratamiento.

Las asociación provincial contra las enfermedades nefríticas hace un llamamiento a la franja de población de 40 a 60 años sobre la necesidad de un diagnóstico precoz para evitar complicaciones y recuerda que a menudo se asocian a la diabetes y a la hipertensión, así como a la mala alimentación, aunque también influye el factor hereditario. «Cuando se diagnostica es tarde y no la pueden parar, si la detectasen cuando el paciente tiene 20 años, se podría frenar, pero está creciendo alarmantemente», añade el presidente de ALCER.

En cuanto a otros trasplantes en la provincia de Alicante, en el Hospital General de Alicante se hacen también de córneas, tejido óseo y de hígado. Los trasplantados de este último órgano reciben el alta en solo cuatro días frente a las tres semanas de ingreso de media nacional. Este centro arroja un incremento global de la actividad de trasplantes cercano al 30% con respecto al año anterior, recuperando los niveles prepandemia en cuanto a los  trasplantes realizados.

El Hospital Doctor Balmis superó en agosto el millar de donantes de los que la inmensa mayoría son personas que donaron sus órganos tras fallecer. Sesenta hicieron la donación en vida. Para corazón, pulmón o páncreas la referencia es la Fe de València.

Desde Sanidad explican que las operaciones de trasplantes de órganos han de pasar, previamente a su realización en un hospital, por un comité de la Organización Nacional de Trasplantes, que ha de acreditar la unidad. En algunos centros de España comienzan a incorporar la tecnología de impresión en 3D para ayudar en las intervenciones.

Fuente: INFORMACION