La asociación de enfermos del riñón organizó una charla sobre el control de la ingesta de líquidos, donde la ponente y una vocal de la entidad reivindicaron la necesidad de dializar a los ingresados en el HUCE
Nabila estuvo seis años dializándose tres días a la semana hasta que su vida cambió para siempre. Recuerda que fue en 2013, por entonces sumaba 49 años, y lo que sintió al saber que recibiría un nuevo riñón fue pura “alegría”. Era la tercera vez que lo intentaba. Las dos anteriores había sido llamada para someterse a la operación, pero fueron canceladas a última hora ante la aparición de otros pacientes con más urgencia. En ambas ocasiones regresó a su centro de diálisis “llorando, de nuevo”. “Y a la tercera fue la vencida”, celebró este jueves al recordarlo, sentada en una de las mesas redondas dispuestas en un salón del Parador de Ceuta, rodeada de otras personas que, como ella, son o han sido enfermos renales.
“Se lo agradeceré eternamente al donante, al que murió y dio vida a otra persona”, confesó con los ojos humedecidos, minutos antes del comienzo de una sobre el control de la ingesta de líquidos en los dializados, que sirvió de excusa a la asociación de enfermos del riñón Alcer para reunir a pacientes y familiares en una nueva convivencia anual. La emoción de Nabila, que es actualmente vocal de Alcer, se tornó en reivindicación al ser preguntada por los pacientes renales hospitalizados.
“Muchas veces llegan lisiados a la Diálisis, llorando y gritando. Yo muchas veces acababa llorando con ellos, de lo mal que me sentía. Lo reivindico desde aquí”, enunció la ceutí, quien se queja de que no se ofrezca el tratamiento de Hemodiálisis en el Hospital Universitario de Ceuta (HUCE) para los pacientes ingresados, que deben desplazarse hasta el Centro de Diálisis externo, ubicado en la Rampa de Abastos, siempre que necesiten someterse a sus sesiones periódicas. Se trata de una demanda histórica de Alcer, a la que también quiso sumarse la ponente del encuentro, la supervisora de Enfermería de ‘RTS Servicios de Diálisis’ Rosana Piera Amores.
“Hemos tenido pacientes que se han roto la cadera y han tenido que trasladarlos desde el hospital al centro. Imagínate, montarlo en una ambulancia, hacer el recorrido, bajarlo a la camilla, a la cama… Todo ese movimiento lo sufre el paciente”, afirmó en declaraciones a El Pueblo de Ceuta previas al inicio de su conferencia, que dio comienzo pasadas las 17:30 horas. Según ésta, el HUCE cuenta con maquinaria para realizar la diálisis hospitalaria, pero, por algún motivo que aseguró desconocer, el INGESA no las pone en funcionamiento.
“Desde que se abrió el hospital nuevo hay dos monitores allí, pero no están en funcionamiento”, expuso. Coincidiendo con el testimonio ofrecido hace meses a este diario por el entonces nefrólogo más longevo del hospital, Francisco Sierra. Este contó que él mismo recepcionó las máquinas de diálisis cuando llegaron, allá por 2010, cuando fue inaugurado el centro ubicado en Loma Colmenar. La maquinaria continúa, según este, en la segunda planta del HUCE, «arregladas y limpias».
Al asumir el cargo de director territorial del INGESA Jesús Lopera, relató Sierra que el nuevo responsable se comprometió a ponerla en marcha. Se contrató entonces a un nuevo nefrólogo (pasaron a ser tres, ahora vuelven a ser dos), y entre todos prepararon los aparatos. «Y luego ya se pusieron a montar la unidad de Hemodinámica, la resonancia magnética y demás, y se dejó lo nuestro». En febrero de este año, el doctor Sierra aseguró a este periódico que «las últimas palabras» que oyó sobre el asunto por parte la dirección fueron que tal proyecto “no se va a hacer».
“Es difícil ser un paciente renal”
Rosana Piera ofrece cada año una charla sobre asuntos relacionados con el cuidado de los pacientes renales. La de este jueves tuvo por objetivo el control de la ingesta de líquidos, “algo que les afecta mucho” y que les es “complicado controlar”. Al igual que la nutrición, para la cual cuentan con una experta en el Centro de Diálisis, los usuarios deben cuidarse de no acumular más líquidos en el cuerpo de los que expulsan a diario. “Es complicado ser un paciente renal. Aparte del cuidado deben ir un día sí y un día no a un tratamiento de cuatro horas, donde tu sangre está dando vueltas fuera de tu cuerpo. Y tienes restricciones en la dieta, el potasio, el fósforo, tienes que omitir mucha comida… Y el vídeo, que, creo, es lo más complicado”, explicó.
La importancia de evitar acumular demasiado líquido en el cuerpo reside en que su enfermedad, la insuficiencia renal, implica que el riñón no es capaz de eliminar ese líquido. Esto puede provocarles edemas pulmonares, en las manos, los pies u otras partes del cuerpo, insuficiencias cardíacas, etcétera. Según la experta, con cuatro décadas de experiencia en la diálisis, gran parte de los pacientes no son capaces de controlar correctamente la ingesta, al ser “muy complicado”.
“Imagínate, si orinan medio litro significa que pueden beber medio litro. Pero en esa cantidad entra el café de la mañana, el del mediodía, el agua de las pastillas, el líquido que tiene la comida… Es muy difícil, pero es cierto que hay pacientes muy estrictos y lo cumplen”, contó. Con respecto a la prevalencia en Ceuta, aseguró Piera que no ha habido cambios significativos. “Hay rachas. A veces aumenta el número de pacientes y otras disminuye. El año pasado teníamos 90, ahora tenemos 80. Igual dentro de cuatro meses entran cinco pacientes”.
Sobre lo “difícil” de ser un enfermo renal sabe, de sobra, Nabila. Como vocal de Alcer, tomó asiento en una de las mesas redondas situadas al final de la sala, la más alejada de la pantalla donde Rosana fue pasando sus diapositivas. Era la mesa reservada para los miembros de la asociación y para las autoridades, representadas a través de la consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Nabila Benzina, y la directora general de Sanidad y Consumo, Rebeca Benarroch.
A la expaciente de Diálisis le cambió la vida el día que aquel donante le regaló su riñón y le permitió reiniciar una vida normalizada, sin visitas de cuatro horas durante tres días a la semana al centro sanitario. Aprovechó Nabila para reivindicar la importancia de la donación de órganos, que también pueden realizarse “en vida”. Es el caso de su cuñada. “En mi familia hemos ido heredando los problemas de riñón. Mi hermano los tuvo, y su mujer le donó su riñón”.
Fuente: www.elpueblodeceuta.es