El grupo, con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años, forma parte del colectivo ALCER Salamanca, asociación que agrupa a personas trasplantadas renales

Ocho peregrinos de Salamanca están protagonizando estos días una emotiva y admirable travesía por el Camino Sanabrés, con destino a Santiago de Compostela. Lo que los distingue de otros caminantes no es el esfuerzo –que comparten con todos los peregrinos–, sino la poderosa historia personal que llevan en sus mochilas: todos ellos han sido trasplantados de riñón.

El grupo, con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años, forma parte del colectivo ALCER Salamanca, asociación que agrupa a personas trasplantadas renales. Su reto no es solo físico, sino profundamente simbólico: demostrar que, con voluntad y esperanza, se puede seguir adelante incluso cuando la vida plantea desafíos extremos.