Se trata de una medicina personalizada que ofrecerá a los clínicos que trabajan con el trasplante los fármacos inmunosupresores a los cuales un paciente en concreto muestra más sensibilidad o, por el contrario, parece más resistente.
Un nuevo test monitoriza la adecuación de la terapia inmunosupresora en cada paciente que ha recibido un trasplante de riñón
El rechazo es uno de los principales enemigos de los trasplantes. La administración de fármacos inmunosupresores, cada día más eficaces y seguros, ha contribuido a minimizar esta complicación. Sin embargo, sigue existiendo y considerándose un problema de primera magnitud en este ámbito, hecho que demuestran los continuos esfuerzos de las investigaciones, clínicas y básicas, y que se han presentado en el Congreso Mundial de Trasplantes, que se ha celebrado en Madrid y que ha contado con la participación de más de 5.000 profesionales.
Una de las aportaciones más notables y novedosas ha sido la de la biomédica española Biohope que ha diseñado un inmunobiograma, un test todavía en desarrollo, cuya actividad y función es muy similar a la de los antibiogramas clásicos para la elección concreta de antibióticos. Este nuevo antibiograma de la inmunidad, que analiza los fármacos que actúan sobre el sistema inmunológico, permitirá, en un futuro, seleccionar los inmunosupresores más adecuados en cada paciente para evitar el rechazo.